martes, 16 de junio de 2020

El Gobierno destina 262 millones a la compra de 500.000 ordenadores y tabletas para los colegios

Se trata de un programa distinto del fondo de 2.000 millones para la vuelta a las aulas que el Ejecutivo dará a las comunidades, de los que 400 irán a las universidades
La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha anunciado este martes que el Gobierno un programa específico de 260 millones de euros para la distribución de 500.000 dispositivos electrónicos para cerrar las brechas digitales en el sistema educativo. Los ordenadores y tabletas tendrán acceso a Internet y serán entregados a los centros públicos, que serán los dueños de los mismos y a su vez los prestarán a los estudiantes que los necesiten. El objetivo, ha declarado Celaá en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros es que "todo el alumnado tenga el acceso garantizado", a diferencia de los problemas de desconexión que se han puesto de manifiesto durante este periodo de cierre escolar, en el que prácticamente la única forma de enseñanza ha sido a distancia.

El programa tiene una dotación total de 260 millones de euros. De ellos, 190 los pone el Gobierno, a través de la empresa pública Red.es, y el resto, 70 millones, deberán aportarlos las comunidades que se adhieran. Los dispositivos irán solo a centros públicos porque la práctica totalidad de la partida de Red.es proceden de fondos Feder, que según indican fuentes del Ejecutivo solo pueden ir a colegios e institutos de titularidad pública.

El Gobierno ha aprobado también un paquete de 400 millones de euros de ayuda para el comienzo de curso en las 50 universidades públicas españolas (48 imparten grados). De esta forma el Ejecutivo quiere paliar las necesidades de las universidades y otros centros de educación superior derivadas de la crisis sanitaria provocada por la Covid-19. Es decir, tal y como se afirmó en el documento de recomendaciones para el próximo curso de los ministerios de Universidades y Sanidad, se destinen fondos a mejorar las plataformas informáticas, acondicionar los espacios para mantener el metro y medio de separación interpersonal o formar a los profesores sin preparación para impartir las clases a distancia. Estos 400 millones son el 20% del fondo adicional para fines educativos que el Gobierno va a entregar a las comunidades para el inicio del curso, que asciende a 2.000 millones. El programa de compra de ordenadores irá aparte. En total, el Ejecutivo ha aprobado este martes un gasto extraordinario en educación de 2.260 millones de euros.

El presidente de los rectores, José Carlos Villamandos, alertó hace unos días en la comisión de reconstrucción del Congreso de que las universidades estaban al borde del precipicio: "No les oculto que el sistema está al borde del colapso y una situación como la que se ha producido ahora agrava mucho más el escenario. La voluntariedad y la solidaridad tienen un límite y nos tenemos que plantear el nuevo curso con unas situaciones parecidas a las que hemos vivido recientemente".

La CRUE estimó, tras hacer una encuesta, que 36.000 universitarios no tenían dispositivos o conexión para seguir las clases que un día a otro se mudaron a online. Resolvieron a medias el déficit con préstamos de portátiles y routers, pero el problema sigue siendo grande.

La pandemia cogió con el pie cambiado a las universidades públicas muy volcadas tradicionalmente en la enseñanza presencial y el ministerio reconoció en sus instrucciones del 10 de junio que la mudanza lectiva al remoto había "interferido en el normal desarrollo de la actividad universitaria". Por eso, los rectores, los sindicatos y los estudiantes han insistido mucho en la necesidad de rearmarse. "Dicha estrategia implica una mejora del equipamiento informático y redes telemáticas de las universidades, una capacitación del profesorado en el uso de la comunicación digital y una ayuda de la administración universitaria para la conectividad adecuada del conjunto del estudiantado, de forma que ningún estudiante sea discriminado por la persistencia de la brecha digital".

Si no hay rebrote, la mayoría de las clases magistrales se impartirán online -dependerá del espacio del que disponga cada centro- y la parte de prácticas y seminarios pisando el campus. Castells, profesor en excedencia de la telemática Universitat Oberta de Catalunya, considera que se necesita una "estrategia de digitalización reforzada del sistema universitario" no solo para la pandemia sino para "flexibilizar las modalidades de enseñanza". Pero los rectores, una vez pasado el pánico inicial del confinamiento que les llevó a focalizarse en la enseñanza remota, se muestran cada vez más partidarios de la presencialidad que desaira el ministro.

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