El Gobierno y Ciudadanos negocian "in extremis" un acuerdo una vez que el rechazo de ERC o las dudas del PNV convierten a los diez diputados "naranjas" en decisivos para salvar la prórroga
El Gobierno y Ciudadanos negocian in extremis un acuerdo para salvar el estado de alarma y garantizar que el Congreso lo prorroga otros 15 días más en la votación de mañana. Es un diálogo decisivo porque Pedro Sánchez ha visto cómo se le diluyen los apoyos de sus socios parlamentarios. Sin el partido naranja, al presidente del Gobierno no le salen las cuentas, ya que tiene que hacer frente al voto en contra del PP, Vox, ERC, JxCat o la CUP y a la presumible abstención del PNV, además de la confirmada del BNG.
Los diez diputados de Ciudadanos se antojan como determinantes, por ello, Inés Arrimadas ha puesto sus condiciones
encima de la mesa para llegar un acuerdo. Para empezar, está exigiendo a
Sánchez "rectificar muchas cosas", como su falta de diálogo y de
acuerdos con el resto de fuerzas políticas.
La líder de Ciudadanos ha reiterado su voluntad de alcanzar un pacto,
sin embargo, al mismo tiempo ha alertado de que Sánchez es "capaz de
cumplir su amenaza" de ayer de llevar al país al "caos" o de permitir
que queden anuladas todas las ayudas sociales que están vinculadas a la
vigencia del decreto del estado de alarma. "Me lo creo porque le veo
capaz", ha advertido, "por esto estoy negociando que el Gobierno
entienda que tiene que rectificar".
En una entrevista en La Sexta, Arrimadas ha reprochado que la "amenaza" a
los grupos parlamentarios es "intolerable" cuando la tónica general por
parte del Gobierno ha sido la de ignorarles durante la gestión y la
toma de decisiones para abordar la crisis. De ahí que una de las
primeras cosas que Ciudadanos está reclamando sea precisamente enmendar
esa situación.
"Tiene que rectificar muchas cosas: pasar de la unilateralidad al
consenso y de anunciar las medidas en televisión a consensuarlas", ha
abundado Arrimadas, que ha recalcado que Sánchez llevaba 18 días sin
llamarla. "Lo lógico sería reuniones o llamadas semanales a la
oposición", ha señalado, porque es un Gobierno en minoría que necesita
de su apoyo parlamentario aunque se comporte "como si tuviera 200
escaños".
Más allá de las formas, que en política son muy importantes, Arrimadas
ha explicado que quiere acordar con el Gobierno la modificación de
varios de los reales decretos aprobados al hilo de la crisis para
extender ciertas medidas que ahora están vinculadas a la vigencia del
estado de alarma. Por ejemplo, la continuación de los ERTE en las mismas
condiciones o la prolongación de las ayudas económicas y sociales.
Ciudadanos cree que estas iniciativas tienen que continuar más allá del
estado de alarma, al que ve una caducidad cercana.
Al hilo de esto, Arrimadas quiere abordar ya un "plan B" al estado de
alarma, porque éste no es un mecanismo "eterno" ni se puede prolongar "sine die". Por tanto, la líder de Ciudadanos considera que hay que
estudiar cuanto antes el nuevo "paraguas jurídico" en el que se
vertebrará la desescalada y gestión de la crisis.
En su opinión, el estado de alarma tenía su eficacia en un contexto
generalizado de confinamiento, pero que ahora toca ir pensando en una
salida ordenada y en una reactivación de la economía. De ahí que subraye
la relevancia de mantener la protección social desplegada en estos dos
últimos meses.
"Tengo toda la predisposición del mundo para llegar un acuerdo, pero
nuestro voto va a depender de lo que quiera el Gobierno", insistió.
Es decir, ver las condiciones en las que se da "pero sin caer en el
chantaje y la amenaza". "No quiero que el Gobierno cumpla su promesa de
llevarnos al caos".
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