martes, 12 de mayo de 2020

El Gobierno negocia con los grupos una prórroga de un mes del estado de alarma

Carmen Calvo ha llamado a todos los portavoces menos el de Vox para pedir el apoyo
La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, está haciendo una ronda con todos los portavoces parlamentarios, incluido el PP, pero dejando fuera a Vox, para tratar de negociar con ellos una nueva prórroga del decreto de alarma más larga, ya no de dos semanas sino de un mes, para tener margen para terminar la desescalada, que debería estar concluida a finales de junio, según las previsiones del Ejecutivo. Esta posibilidad ha estado encima de la mesa del Ejecutivo muchas veces, incluso en la primera prórroga, pero el presidente, Pedro Sánchez, la había descartado hasta ahora para buscar un refrendo parlamentario más garantista cada dos semanas. De hecho el presidente había presumido varias veces de haber renunciado a la posibilidad de hacer prórrogas más largas.

El Gobierno está convencido de que tiene margen legal sin problemas para ampliar el estado de alarma más allá de dos semanas. El artículo 116 de la Constitución no fija ese plazo para las prórrogas. "El estado de alarma será declarado por el Gobierno mediante decreto acordado en Consejo de Ministros por un plazo máximo de quince días, dando cuenta al Congreso de los Diputados, reunido inmediatamente al efecto y sin cuya autorización no podrá ser prorrogado dicho plazo. El decreto determinará el ámbito territorial a que se extienden los efectos de la declaración", indica ese artículo. La ley que lo desarrolla, de 1981, permite esas prórrogas largas, según el Ejecutivo, y de hecho ya hay un antecedente de una de un mes en 2008.

Pero lo que tiene que conseguir ahora el Gobierno no es tanto el margen legal, sino el político, esto que sus aliados del PNV y de varios grupos pequeños y de Ciudadanos, si es que ERC sigue en el no, le acepten esta fórmula extendida. Sería una manera de evitar una votación cada dos semanas que con el PP ya prácticamente instalado en el "no" supone un problema político recurrente.

El PNV ya insistió en que no le gustaba la fórmula de prorrogar la alarma, pero el Gobierno confía en convencerles para ir más allá de dos semanas y así evitar esta negociación agónica y constante. A cambio, el Ejecutivo ofrece un decreto de prórroga diferente a los anteriores, más atenuado en los poderes que confiere al Ejecutivo y donde queden muy claros los mecanismos de cogobernanza que ya fueron negociados con los nacionalistas para la anterior prórroga. De hecho el Ejecutivo ha cambiado radicalmente su estrategia y ha empezado la negociación con tiempo, ya que Calvo arrancó la ronda el lunes.

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