La presidenta apunta a que la ocupación de las camas de UCI (610) es aún demasiado alta mientras su vicepresidente sostiene que la región sí está preparada
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, considera que la región no está lista aún para entrar en la fase 1 de la desescalada, según ha detallado este miércoles durante una entrevista en RNE. Ese análisis, abiertamente contrario al que hace su vicepresidente, Ignacio Aguado, que sostiene que la región sí está preparada y debe acelerar en el camino hacia la normalidad para que no se paralice la economía, se basa en datos. Las 610 camas de unidades de cuidados intensivos que permanecen ocupadas en la comunidad hacen desaconsejable dar el paso, según Díaz Ayuso. Los Gobiernos regionales tienen hasta las 14.00 de este miércoles para enviar al Ejecutivo central sus planes de cara a la fase 1, que arrancará el lunes.
"Todavía tenemos que reducir las ucis, un porcentaje, que creemos que en estos días será posible", dijo la presidenta de la Comunidad de Madrid. "Yo no quiero tener prisa para acceder a nada porque he sido la primera que he visto lo que ha pasado en la Comunidad, pero sí que tengo prisa por acabar con esa maraña de pasos y burocracia, que no ayudan en nada", agregó sobre el plan de fases para la desescalada que ha planteado el Gobierno de Pedro Sánchez. "Es un sinsentido", opinó. "Con tanta fase, lo único que haces es regularle la vida a las personas".
"Estamos preparados para pasar a la fase 1, pero no bajemos la guardia", contrapuso Aguado en sus redes sociales, dejando una nueva muestra de la disparidad de criterios que marca al Gobierno de coalición que han formado PP y Cs.
El Consejo de Gobierno de Madrid analizará este miércoles la situación, y tras escuchar el informe del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz-Escudero, tomará una decisión.
La sucesión de fases establecidas por el Gobierno central para llegar a una nueva normalidad solo tiene dos criterios cuantitativos, según lo publicado en el BOE: disponer o tener acceso o capacidad de instalar en un plazo máximo de cinco días entre 1,5 y 2 camas de cuidados intensivos y entre 37 y 49 camas para enfermos agudos por cada 10.000 habitantes.
Madrid ha triplicado a lo largo de la pandemia el número de camas de cuidados intensivos, llegando hasta casi las 1.900, según la Consejería de Sanidad. Por ellas han pasado 3.465 pacientes que se debatían entre la vida y la muerte, y el miércoles seguían en la batalla 610 personas. Cifras que volverían a asfixiar a los hospitales madrileños si se produce un repunte de la enfermedad que vuelva a llenar de contagiados sus instalaciones.
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